lunes, 28 de julio de 2008

¿Porqué hay que superar las disgrafias?

Ya dije antes que eso de conformarse con los buenos computadores que hoy existen equivalía a decirle a un paralítico que se conforme con su maravillosa silla de ruedas. Obviamente, esto es antihumano, ningún paralítico encontrará jamás "maravillosa" a su silla de ruedas, ningún canario encontrará "maravillosa" a su "jaula de oro", y por idénticos motivos, ningún disgráfico debiera conformarse nunca con bypassear su disgrafia usando un "maravilloso" computador.

Pero hay otros argumentos en favor de la obligatoriedad de resolver las disgrafias. Aunque parezcan ser problemas "pequeños", y aunque nunca nadie morirá a causa de una disgrafia, la verdad es que la disgrafia no es para nada un problema pequeño. Escribir en la forma tortuosa que por lo general implican las disgrafias, trae varias consecuencias negativas que si las dejamos acumularse de por vida, terminan constituyendo severos lastres para el desarrollo de quienes padecen tales problemas.

a) Hay aún una enorme cantidad de pruebas y tests que debemos responder por escrito; en todas esas "pruebas" el disgráfico tiene desventajas que perjudicarán en parte ese "mejor rendimiento" del que sería capaz,...de no mediar su disgrafia.

b) A pesar de los muchos cambios experimentados en estas últimas décadas por las metodologías pedagógicas, se sigue practicando habitualmente las exposiciones orales, las charlas, y las conferencias docentes, en las que el individuo necesita tomar apuntes para retener cuestiones de importancia que en éstas modalidades pedagógicas se le puedan ofrecer. En términos muy similares, los alumnos deben consultar muchos libros, artículos y hasta bases de datos en las bibliotecas, y de nuevo, deben tomar apuntes de lo que leen, resumir las ideas centrales, registrar datos y referencias específicas, etc. Ciertamente , el disgráfico tiene desventajas en cualquier tarea de escribir y de tomar apuntes, y esto le hace tener casi siempre apuntes y resúmenes de peor calidad, comparados con los de sus compañeros no-disgráficos.

c) Queda por último la "mala imagen" que causa una persona cuando su manuscritura es demasiado "escolar", "infantil", o simplemente muy "mala". Hay empresas que están seleccionando a su personal con pruebas de manuscritura (grafología...) ,... y aunque no se trate de una selección profesional propiamente dicha, la mala manuscritura es siempre una causa de discriminación social para quien la padece. Una letra de tamaños irregulares, temblorosa, que no respeta las líneas del papel, mal trazada sobre el papel, hace surgir sospechas sobre un cuasi-analfabetismo, un alcoholismo, un parkinson... y todas estas sospechas remiten a desaprobación y rechazo.

Si juntamos los efectos que se acumulan a largo plazo por las discriminaciones sociales que se originan en una mala letra, por el perjuicio a nivel de la calidad de los estudios que se puede realizar cuando uno, como disgráfico, toma apuntes de conferencias, de debates grupales y desde la lectura de libros, que son de "peor" calidad que la del resto de los alumnos, y por el menor rendimiento en pruebas escritas de cualquier tipo, consolidamos severos escollos al desarrollo personal y profesional de nuestros alumnos. Entrar a la universidad, y a la carrera que uno quiere, supone una dura competencia; los disgráficos otorgan a los demás alumnos demasiadas ventajas, a todo lo largo de sus estudios, y en las pruebas mismas en las que se juegan sus postulaciones a la universidad. Darles las rehabilitaciones oportunas para sus disgrafias (y lo oportuno es lo antes posible a partir de un Tercero Básico), les permitirá competir en condiciones de mayor igualdad con el resto de sus compañeros de promoción. Obviamente, todo padre y madre y toda institución que opere en un marco valórico de deseable equidad y justicia social, deben hacer lo posible porque los disgráficos salgan de su condición de desventaja y subrendimiento escolar y académico lo antes posible.

contáctenme en: andresgacitua@yahoo.com

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